Los de Costco
En un giro inesperado de los acontecimientos, los grandes almacenes de cadena decidieron ampliar su oferta de productos y comenzar a vender ataúdes. Sí, así como lo lees, ahora podrías encontrar ataúdes junto a los productos de limpieza y comestibles en las estanterías de tu tienda favorita.
Todo comenzó cuando el gerente de uno de los almacenes, Don Ernesto, tuvo la brillante idea de diversificar el negocio y aprovechar el mercado funerario. Después de todo, ¿por qué limitarse a vender artículos de uso diario cuando podían satisfacer todas las necesidades de sus clientes, incluso en los momentos más difíciles?
La noticia de esta nueva incorporación llegó a oídos de Doña Juana, una mujer de la tercera edad, siempre curiosa y con un sentido del humor irreverente. Decidió hacer una visita al almacén para ver de primera mano si los rumores eran ciertos.
Al llegar, Doña Juana quedó boquiabierta al ver un pasillo completo dedicado a los ataúdes. Estaban dispuestos en una amplia variedad de estilos y tamaños, desde ataúdes de madera clásicos hasta versiones más modernas y elegantes. Había incluso algunos con acabados brillantes y detalles dorados.
Doña Juana no pudo evitar soltar una carcajada al pensar en las posibilidades. Se imaginó a sí misma paseando por los pasillos del almacén, carrito en mano, eligiendo el ataúd perfecto para su último viaje. No pudo evitar preguntarse qué tipo de descuentos especiales o promociones podrían tener para los compradores frecuentes.
Mientras caminaba por el pasillo, Doña Juana se encontró con Don Ernesto, quien la recibió con una amplia sonrisa. “Doña Juana, ¿puedo ayudarla a encontrar el ataúd perfecto?”, preguntó con entusiasmo.
Doña Juana no pudo evitar reírse. “Don Ernesto, ustedes realmente se han superado en cuanto a diversificación de productos”, dijo entre risas. “Pero, dígame, ¿cómo fue que decidieron comenzar a vender ataúdes en un almacén?”
Don Ernesto explicó que habían realizado un estudio de mercado y descubrieron que había una demanda creciente de ataúdes accesibles y de calidad. Además, pensaron que ofrecer este servicio podría aliviar la carga emocional y económica de las personas en momentos difíciles.
Doña Juana, aún riendo, imaginó a las personas discutiendo entre los pasillos del almacén sobre qué ataúd elegir y comparando precios y características. “¡Debe ser toda una experiencia comprar un ataúd mientras llenas tu carrito de compras con comestibles y artículos de limpieza!”, exclamó divertida.
Don Ernesto, en un intento por abordar el tema con respeto, comentó: “Sí, entendemos que es una situación sensible, pero queremos brindar un servicio completo a nuestros clientes, incluso en los momentos más difíciles. Además, hemos recibido comentarios positivos de algunas personas que aprecian la conveniencia de tener todo en un solo lugar”.